
miércoles, 30 de abril de 2008
Nuevo libro de Pedro Flores

La banca gana

(Curiosa excepción a la bonanza finaciera: ayer, la agencia de calificación de riesgos Moody's recortó el rating de la Caja Insular de Ahorros de Canarias. Silencio mortal en la prensa del Archipiélago.)
Machote

Había, pues, que mantenerse impasibles, duros y bravucones, alardear de proezas y aparentar ser como Glenn Ford. Ya saben, el tipo ese que abofeteaba a Margarita Carmen Cansino, llamada Rita Hayworth, en Gilda.
La verdad es que era un esfuerzo brutal. Y si no lo hacías, corrías el peligro de ser tachado de "afeminado", y sufrir las consecuencias, que solían ser bastante crueles.
Así que procurábamos disimular al máximo las emociones, apretar los dientes y ser machotes. Aprendimos a no llorar pasase lo que pasase, aunque muchas veces quedáramos añurgados. Nos convertimos en unos auténticos bizcochos de Moya (duros por fuera, blanditos por dentro).
Y cuando ya te habías acostumbrado a ese papel, a esa soledad, ¡rian!, se pone de moda ser sensible y mostrar el lado femenino. Imagínense ustedes que hacía un tipo con dieciocho años, uno noventa y ciento cuatro kilos, criado en las laderas del Guiniguada, buscando de repente su lado femenino porque, si no, no había forma de jalarse una rosca. (Y de la otra manera tampoco, seamos claros: a la semana, las pibas se cansaban de la sensibilidad y se iban con otro).
Sinceramente, sigo sin saber muy bien en que se supone que consiste mi lado femenino. Realizar las tareas domésticas no me lo parece especialmente: es algo que hay que hacer y se hace. ¿O es que uno deja de ser varonil por planchar o fregar la loza? Lo contrario sería convertirse en un vulgar explotador. Claro, es muy cómodo seguir siendo el niñito de su mami que no es capaz ni de lavarse los calzoncillos.
Por otro lado, la sensibilidad, los sentimientos y la intuición no han de ser particularmente femeninos. Aún más, los considero ingredientes fundamentales de la masculinidad. Siempre he amado mujeres fuertes, decididas y, precisamente por ello, irresistiblemente femeninas.
Así que a estas alturas, comprenderán, ya uno ha dimitido de todos esos roles sexuales y está por ser, simplemente, humano. "Pero una vez más moriré humano –decía el poeta persa Rumi Yalal ad-Din- para elevarme con los ángeles. Y cuando sacrifique mi alma de ángel, seré lo que ninguna mente ha concebido". Ya saben: Humphrey y yo somos así.
martes, 29 de abril de 2008
Exopiélago, el 14 de mayo
Por cierto, la foto de la portada (playa de Tajao, Tenerife) es de Noemí Márquez.
Buroparábola

lunes, 28 de abril de 2008
Todos los fuegos el fuego

A la vez, sale la noticia de que las inversiones de los capitalistas canarios en el exterior aumentaron un 223,17% en 2007, hasta totalizar los 143 millones de euros, 98,8 millones más que el año anterior, según reconoce la Cámara de Comercio de Tenerife. Se refieren sólo al dinero que ha salido cumpliendo todos los trámites legales, y no se contemplan los miles de millones que han ido a parar a paraísos fiscales o a Marruecos. Ni los capitales que la banca española y las grandes corporaciones europeas han detraído de nuestro país.
Llegan las vacas flacas y se abandona un territorio empobrecido y agostado, calcinado por la RIC, que ya no ofrece las rentabilidades de antes. A correr, que viene el fuego y el crujir de dientes.
Amigos

domingo, 27 de abril de 2008
José María Millares
Ursula K. Le Guin

Profundidad

Sí, pero lo profundo es lo que está en la raíz, lo radical. En cambio, en la superficie se vive más cómodo. Y si lo radical, lo profundo, lo verdadero, es el sufrimiento humano, alcanzar la claridad es, en esa medida, sufrir. La mayoría prefiere la oscuridad: "ojos que no ven, corazón que no siente".
sábado, 26 de abril de 2008
La RIC del PSOE

Los que roban la carne de la mesa
predican resignación.
Aquellos a los que están destinados los dones
exigen espíritu de sacrificio.
Los hartos hablan a los hambrientos
de los grandes tiempos que vendrán.
Los que llevan la nación al abismo
afirman que gobernar es demasiado difícil
para el hombre sencillo.
(Bertolt Bretch, de Catón de Guerra Alemán)
Nazim Hikmet

Permítanme reproducir el poema Con sangre y con sudor del poeta turco Nazim Hikmet:
Cantan, los albañiles. Construir no es lo mismo que cantar:
es un asunto
un poco más difícil.
El corazón del albañil rutila
como un resplandeciente Luna Park,
pero la obra no es un Luna Park;
aquí se encuentra barro y nieve y viento,
y las manos que sangran.
El pan no siempre es fresco,
y no siempre caliente está el café:
a veces falta azúcar.
No son héroes aquí todos los hombres,
los amigos no siempre son leales.
Construir no es lo mismo que cantar,
pero los albañiles son gente empecinada
y el edificio sube al asalto del cielo,
arriba, arriba, siempre más arriba.
Y ya en el primer piso
han puesto unas macetas con sus flores,
y los pájaros llevan en sus alas
el sol hasta el balcón del tercer piso.
Late en cada ladrillo un corazón.
El edificio crece y va subiendo,
subiendo con la sangre y el sudor.
Budismo

A diferencia de otras religiones (que desarrollan una actividad tendente a fortalecer la propia nomenclatura religiosa), el Budismo originario es directamente personal. Y ateo.
La clave reside en que el estado de budeidad es algo que uno consigue por sí mismo: no se depende de una fuerza exterior ni de la aprobación de ningún dios (o vicario).
viernes, 25 de abril de 2008
38.700 parad@s más

Pero más allá de las cifras, a las que nos vamos habituando como si se trataran de una simple retahíla, lo que hay es el drama y el deterioro psicosocial de muchísimas personas. Sumen 600.000 canarias y canarios bajo el umbral de la pobreza, y comprenderán por qué muchas y muchos llegan a final de mes a base de una sóla comida al día. Si llegan.
Capitalismo hambriento

Rasgarse las vestiduras ante las imágenes de niños hambrientos no tiene mérito. A lo que hay que atreverse es a señalar a los responsables del genocidio. Lo explicaba Engels: socialismo o barbarie. Ahora, aquí, ésta es la barbarie.
Gracias
Lo decía Maiakovski: "Consigna: arrancar la alegría a los días venideros".
Pedro Flores
