entre los rectángulos del ayuntamiento
y el alma en spray de los grafitteros,
del feroz combate entre la uniformidad gris
y el relámpago de sangre trazado en la noche.
Paseo con soledad y con calma
en la devastación que queda al acabar el día.
Mañana la ciudad tendrá otra lectura,
una señal de impaciencia a pie de página.
Enamorado de las palabras,
saludo el mensaje que ha conseguido
atravesar las líneas enemigas:
Iván corazón Vanesa.
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