De todos los Borbones, el que más lástima me da es Francisco de Asís de Borbón y Borbón Dos Sicilias, al que obligaron a casar con su prima hermana Isabel II. Cuando se le comunicó que debería casarse con Francisco de Asís, la joven reina española exclamó horrorizada "¡Con Paquita, no!". Y cuentan que, al día siguiente de las nupcias, Isabel II se quejaba diciendo: "¿Qué pensarías tú de un hombre que la noche de bodas tenía sobre su cuerpo más encajes que yo?".
Y es que Paquito Natillas era gay, pero muy gay. Y si todavía hoy eso es causa de grave discriminación, imagínense en 1846. Además, como padecía hipospadia -una malformación de uretra que supone que no tenía el orificio de salida en el glande, sino en el tronco del pene- no podía orinar de pie, lo que sirvió para que circularan crueles coplillas. Por supuesto, la prensa del régimen (ayer como hoy) censura hasta lo absurdo esos "escándalos" borbónicos.
Lo cierto es que Isabel II tuvo numerosos amantes. Los más conocidos son el capitán Enrique Puig Moltó (padre, por lo que se sabe, de Alfonso XII), Carlos Marfiori, José María Ruiz de Arana, Francisco Frontela, José Mirall, Emilio Arrieta, José Murga y Reolid, José Ramiro de la Puente y el general Serrano. Francisco de Asís siempre aceptó la paternidad de los hijos de Isabel... a cambio de recibir un millón de reales por presentarlos en la Corte.
En 1859 España lanza una ofensiva militar colonialista en Marruecos para hostigar a los patriotas rifeños. El entonces presidente del Gobierno, Leopoldo O’Donnell, se personó en palacio para despedirse porque se iba personalmente a Marruecos al frente de un ejército de 38.000 hombres. Isabel II le dijo al presidente: “Si yo fuese hombre también te acompañaría”. A lo que se sumó Francisco de Asís: “Lo mismo digo, O ’Donnell, lo mismo digo”.
Y es que Paquito Natillas era gay, pero muy gay. Y si todavía hoy eso es causa de grave discriminación, imagínense en 1846. Además, como padecía hipospadia -una malformación de uretra que supone que no tenía el orificio de salida en el glande, sino en el tronco del pene- no podía orinar de pie, lo que sirvió para que circularan crueles coplillas. Por supuesto, la prensa del régimen (ayer como hoy) censura hasta lo absurdo esos "escándalos" borbónicos.
Lo cierto es que Isabel II tuvo numerosos amantes. Los más conocidos son el capitán Enrique Puig Moltó (padre, por lo que se sabe, de Alfonso XII), Carlos Marfiori, José María Ruiz de Arana, Francisco Frontela, José Mirall, Emilio Arrieta, José Murga y Reolid, José Ramiro de la Puente y el general Serrano. Francisco de Asís siempre aceptó la paternidad de los hijos de Isabel... a cambio de recibir un millón de reales por presentarlos en la Corte.
En 1859 España lanza una ofensiva militar colonialista en Marruecos para hostigar a los patriotas rifeños. El entonces presidente del Gobierno, Leopoldo O’Donnell, se personó en palacio para despedirse porque se iba personalmente a Marruecos al frente de un ejército de 38.000 hombres. Isabel II le dijo al presidente: “Si yo fuese hombre también te acompañaría”. A lo que se sumó Francisco de Asís: “Lo mismo digo, O ’Donnell, lo mismo digo”.
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