Tras leer mi entrada sobre La Iglesia del Pulpo, me hacen ver algunos camaradas que, en realidad, el culto al Dios Pulpo ya existe. Que el pulpo capitalista financiero (también conocido como imperialismo) es adorado por muchísimos fieles, incluidos los creyentes de las otras religiones. Que su culto es terrible, y a él se sacrifican diariamente millones de trabajadoras y trabajadores con jornadas extenuantes y salarios de miseria. Por no hablar de los cuarenta mil niños de entre dos y cinco años que mueren cada día a causa del hambre y sus secuelas. Y que esta terrible Iglesia tiene sus apóstoles propietarios, sus políticos sacerdotes y multitud de catequistas en los medios de adoctrinamiento de masas.
Pues sí. Tienen razón. Así que, aquí y ahora, sepan que apostato de semejante dios y de su iglesia. Lo mismo que ya hice con catorce años. Y vuelvo a la claridad de la conciencia: sin dios, ni patria, ni rey.
Pues sí. Tienen razón. Así que, aquí y ahora, sepan que apostato de semejante dios y de su iglesia. Lo mismo que ya hice con catorce años. Y vuelvo a la claridad de la conciencia: sin dios, ni patria, ni rey.
No hay comentarios:
Publicar un comentario