Infragodos

El término es de Víctor Ramírez, y define a los canarios arrastrados que se sorroballan más de lo que exige la subordina-ción a la metrópoli. Viene esto a cuento por la editorial de ayer de Canarias7, en la que el director de ese medio de propaganda derechista, Francisco Suárez Álamo, justifica la supuesta españolidad de nuestro país en las pitas y los voladores que sonaron cuando la selección española de fútbol marcaba sus goles.

Impresionante argumento. Este epígono del colonialismo concluye que “si quedaba alguna duda de que Canarias es España, anoche se despejó por completo. Y por goleada”.

Conclusiones. Una, España no es una nación, sino una hinchada. Una unidad de destino futbolístico en lo universal, digamos, y la reserva balompédica de Occidente. Dos: todo el que no tocó la pita o tiró un volador (o sea, la inmensa mayoría) no es español. Y tres, si la selección de la Federación Española de Fútbol hace un mal papel, Canarias deja de ser España.

Hay que ser friki, por decirlo suavemente. Por el imperio (futbolero) hacia Dios. Luis Aragonés y cierra España. No hay otros argumentos que contraponer a la realidad de que Canarias es una colonia. Infragodos, ya les digo.

Sabaiba interpreta Soy de las Islas Canarias, con música de Eliezer Benítez y José Luis Benítez, y letra mía:

CANARIAS
El corazón se me ensancha
entre los mares y el cielo,
sobre el volcán es mi vuelo:
soy de las Islas Canarias.
Álzate como una llama,
levanta con alegría,
mira que ya viene el día
que la Libertad proclama.

Lejos de ti tengo magua,
siempre a ti vengo luego,
tengo el corazón de fuego
porque mi alma es de agua.

Blanca espuma en la mirada
— amarilla arena ardiente — ,
azul traigo la frente
en estrellas propagada.

El corazón se me ensancha
entre los mares y el cielo,
sobre el volcán es mi vuelo:
soy de las Islas Canarias.