Aunque te escondas en las alcantarillas,
o huyas a las montañas,
o te desbandes por los barrancos.
Aunque cierres tus oídos
con tapones de cera,
o ciegues tus ojos,
o te sumerjas en sinsentidos.
Aunque disfraces tu rostro,
aunque ocultes tus pasos
o borres con ácido
tus huellas dactilares.
Aunque nunca me ames,
y ni siquiera me nombres;
aunque prefieras el olvido
y la inconsciencia,
pierde toda esperanza:
yo siempre te traeré poemas.
(De Noticias del Frente)
1 comentario:
Si perder la esperanza resulta tan fructífero, al carajo con ella. Al final va a ser esa la paradoja de la caja de Pandora.
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