Somos puentes de soga tendidos sobre el abismo
balanceándonos ante el peligro de pasar al otro lado,
gentes de tránsito que habitamos el mundo
hundiéndonos perpetuamente en el crepúsculo.
Amo por eso a quienes se atreven a cruzar
cumpliendo resueltamente su destino,
sin buscar la protección de los dioses
sino la ascética virtud que nace en el interior
de un espíritu libre y un corazón libre,
y con desapego se encaminan decididos
hacia la otra orilla.
balanceándonos ante el peligro de pasar al otro lado,
gentes de tránsito que habitamos el mundo
hundiéndonos perpetuamente en el crepúsculo.
Amo por eso a quienes se atreven a cruzar
cumpliendo resueltamente su destino,
sin buscar la protección de los dioses
sino la ascética virtud que nace en el interior
de un espíritu libre y un corazón libre,
y con desapego se encaminan decididos
hacia la otra orilla.
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