Enfermo, físicamente débil, sometido a una dura quimioterapia, pero escribiendo, recibiendo a los camaradas y trazando planes en el mismísimo Hospital Insular. Así era mi camarada Pedro Brenes. Un obrero comunista que peleó hasta el final, con coherencia y determinación, por la unidad comunista. Como había peleado toda su vida para que los comunistas nos formáramos en la ciencia marxista leninista, para que nos pusiéramos en condiciones de asaltar el futuro, dejando atrás el nivel de "míseros artesanos".
Sabedor de la proximidad de su final, mantuvo la entereza ejemplar de un ateo irreductible. Y su entrega, y su militancia. Así era Pedro. Así era mi amigo. Podemos estar orgullosos los canarios de que nuestro pueblo dé hombres como Pedro Brenes.
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