Amado de los dioses que te han regalado sus dones,
incluida la pobreza para que te forjes como el iridio,
en tu cabello brilla el sol de mediodía:
son tus ojos esquirlas de turquesa.
Embellecido por el bálsamo de Afrodita,
como el barquero Faón serás amado por Safo:
tal es tu destino y estos tus regalos.
De tus dioses familiares has obtenido
unas piernas fuertes y unas manos poderosas
y, sobre todo, un cerebro despierto
que las dirija a ambas.
Pon tu mirada en el camino que sube al horizonte,
joven guerrero, pues todo por delante es tuyo:
la sonrisa, la batalla por transformar el mundo,
miles de libros, las muchachas y los almendros en flor.
Y una espada de acero
para los tiempos sombríos.
(De Exopiélago)
incluida la pobreza para que te forjes como el iridio,
en tu cabello brilla el sol de mediodía:
son tus ojos esquirlas de turquesa.
Embellecido por el bálsamo de Afrodita,
como el barquero Faón serás amado por Safo:
tal es tu destino y estos tus regalos.
De tus dioses familiares has obtenido
unas piernas fuertes y unas manos poderosas
y, sobre todo, un cerebro despierto
que las dirija a ambas.
Pon tu mirada en el camino que sube al horizonte,
joven guerrero, pues todo por delante es tuyo:
la sonrisa, la batalla por transformar el mundo,
miles de libros, las muchachas y los almendros en flor.
Y una espada de acero
para los tiempos sombríos.
(De Exopiélago)
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