Llega la ciudad a octubre
y llegan los estudiantes con el viento,
armados de libros y piel desnuda,
con los condicionantes del amor
en forma de feromonas y miradas.
Laten las calles, los parques, las fuentes,
late el líquido rojo que circula
en las arterias, late la gente,
palpita el mundo.
Flotan en la atmósfera los prodigios,
Las señales de neón, las putas,
los escritores, un aleteo de remaches.
Hay ojos hundidos y pasos apresurados,
y labios urgentes y temblores,
y una permanente palpitación enemiga.
Yo siento mi corazón irse,
calle abajo,
tras los pasos de esa muchacha
de ojos húmedos,
abajo,
hacia el mar.
y llegan los estudiantes con el viento,
armados de libros y piel desnuda,
con los condicionantes del amor
en forma de feromonas y miradas.
Laten las calles, los parques, las fuentes,
late el líquido rojo que circula
en las arterias, late la gente,
palpita el mundo.
Flotan en la atmósfera los prodigios,
Las señales de neón, las putas,
los escritores, un aleteo de remaches.
Hay ojos hundidos y pasos apresurados,
y labios urgentes y temblores,
y una permanente palpitación enemiga.
Yo siento mi corazón irse,
calle abajo,
tras los pasos de esa muchacha
de ojos húmedos,
abajo,
hacia el mar.
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