Que yo sepa, he sido el único que se pronunció desde el principio contra la candidatura de Las Palmas a Capital Europea de la Cultura 2016. Y en cada intervención pública en que salía el tema de la gestión cultural de Jerónimo Saavedra -mientras era alcalde- la he puesto a bajar de un burro sin cortarme un pelo. Así y todo conseguí el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria bajo su mandato, lo que no hizo que aflojaran mis críticas, sino todo lo contrario (aún sigue sin distribución el libro ganador, Diario íntimo de una bomba a punto de estallar). Mientras tanto, todo cultureta hijo de vecino se apuntaba a lo de la capitalidad cultural (y láctea).
Lo que me da cierta autoridad, creo, para mandar a la mierda a los que ahora, caído Saavedra y caída la candidatura capitalina, han sacado una carta en la que arremeten contra él. No basta con tener razón: hay que defender esa razón cuando el viento viene en contra. Aunque peligre una subvención, un comisariado o un encarguito.
Porque si te has callado como puta, ahora ya no toca que te pongas revoltosa, que diría Manolo Vieira. Cada cosa a su tiempo.
Lo que me da cierta autoridad, creo, para mandar a la mierda a los que ahora, caído Saavedra y caída la candidatura capitalina, han sacado una carta en la que arremeten contra él. No basta con tener razón: hay que defender esa razón cuando el viento viene en contra. Aunque peligre una subvención, un comisariado o un encarguito.
Porque si te has callado como puta, ahora ya no toca que te pongas revoltosa, que diría Manolo Vieira. Cada cosa a su tiempo.
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