No pensaba yo que cambiar mi for-ma de afeitarme iba a tener tanta trascendencia. Y como aquí al personal le encanta lo superficial, ya han empezado las interpre-taciones políticas. Hay quién ve en mi perilla un innegable toque trotkista, lo que explicaría mi posición crítica con el estalinismo. Claro que alguno ha creído ver una copia de la imagen de Stalin (hay gente para todo, e incluso algún Rompetechos).La verdad es que esas interpretaciones me dejan perplejo. Si bien he sido la mayor parte de mi vida un tipo con pelo corto y bigote, tengo fotos que atestiguan muchos cambios de afeitado. La del Adargoma juvenil que quedó campeón de Gran Canaria en 1976 me retrata con una barba a lo Lincoln. En muchas ocasiones he usado este tipo de barbita de ahora, o toda la barba, o totalmente rasurado. También he tenido la cabeza afeitada, el pelo corto, largo o melena.
Lo cierto es que esta nueva imagen se trata sólo de un capricho íntimo e intransferible que, por cierto, cuenta con el visto bueno de las mujeres de mi entorno. Ah, y ellas no andan especulando con la correlación entre mi imagen y mis ideas. Como son inteligentes, solo sonríen ante lo que ven como simple coquetería.
Lee Ritenour interpreta Night Rhythms
[El gobierno indio a la defensiva por el pacto nuclear con EEUU. Martin Hacthoun.]
1 comentario:
Pues sepa usted, querido amigo Teo, que este cambio de look (¿se escribe así?)le queda muy bien. Y mariconeos... los mínimos. Y le queda bien no por la forma de la perilla o el bigote sino porque refuerza esa tremenda humanidad que destaca su rostro y que anida en su corazón.
Un abrazo revolucionario.
Agustín.
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