
Pero ahí no acaba la cosa. El Cabildo regalará al clero 1,6 millones de euros entre 2008 y 2010, con destino a la conservación de los templos católicos, amén de otros 2,4 millones entre el año pasado y éste entregados para lo mismo.
Además de la millonada que la secta católica se lleva de las arcas del Estado y del pastón que le afloja todos los años el gobierno autonómico, el Cabildo también se apunta a pagar este impuesto reaccionario. Y estos son los que aseguran que están por la laicidad. Que me guarden un huevo de la echadura.
Por si fuera poco, no es el delegado provincial del Vaticano el que firma el convenio con el presidente del Cabildo. Qué va: el obispo no se mancha las manos en estas cosas terrenales. El que mandan a firmar con José Miguel Pérez García es un burócrata papista de segunda fila, un tal Hipólito Carera González, "vicario de la diócesis".
Hay que ser memo.
Georges Brassens canta Supplique pour être enterré
(subtítulos en español)
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